Würdigungen gehören für renommierte Wissenschaftler oftmals zum Alltag, aber diese ist eine ganz besondere: Am 29.02.2012 wurde Prof. Dr. Horst Pietschmann, Emeritus der Universität Hamburg, für seine jahrzehntelange umfassende Forschungstätigkeit im Bereich der mexikanischen Geschichte eine bedeutende Auszeichnung verliehen, der Premio Banamex „Atanasio G. Saravia“ de Historia Regional Mexicana 2010- 2011. Mit diesem Preis werden Historiker geehrt, die sich mit Themen der mexikanischen Regionalgeschichte befassen. Eine Jury aus Vertretern der wichtigsten wissenschaftlichen Einrichtungen in Mexiko ernennt in verschiedenen Kategorien sowohl einheimische Forscher als auch ausländische Wissenschaftler. Der Preis wird seit 1984 alle zwei Jahre verliehen und ist nach dem langjährigen Mitglied der Academia Mexicana de Historia Atananisio G. Saravia benannt. Saravia war nicht nur Historiker, sondern auch Vizedirektor und später Direktor der Banco Nacional de México (Banamex). Die Nachkommen Saravias gründeten zusammen mit dem Fomento Cultural de Banamex eine Stiftung zur Förderung der mexikanischen Regionalgeschichtsschreibung.
Da Prof. Pietschmann den Preis nicht persönlich entgegen nehmen konnte, richtete er eine kurze Videobotschaft an das Publikum. Der Preis wurde in dem kolonialen Palacio Iturbide im historischen Zentrum von Mexiko-Stadt verliehen. Informationen über die geschichtliche Bedeutung des Gebäudes erhalten Sie auf der Website von Fomento Cultural Banamex, wo Sie auch weitere Fotos des Palacio finden können.
Hier noch mal zum Nachlesen der Text der Dankesrede von Prof. Pietschmann:
Muy distinguida directora de Fomento Cultural Banamex, Licenciada Cándida Fernández de Calderón, muy distinguidos miembros del jurado del catorceavo Premio Banamex Atanasio G. Saravia de Historia Regional Mexicana, muy estimados colegas y asistentes a este acto. Antes de todo mi agradecimiento más profundo por haberme concedido el Premio Banamex „Atanasio G. Saravia“ de Historia Regional Mexicana 2010 – 2011 en Reconocimiento al Investigador Extranjero. Ya muy tempranamente estudiando la historia de México leí obras del autor que dió el nombre a este premio; pero sabiendo más tarde de la existencia del premio al cual dió su nombre jamás pensé que alguna vez me tocaría esta distinción. Por este motivo lamento mucho de perder la ocasión de compartir este evento en tan hermoso lugar con tantos jóvenes investigadores prometedores premiados, con tantos colegas consagrados y todos Ustedes aquí reunidos. Un compromiso docente con la Universidad de Salamanca ya contraido en 2011 me impide, pués, de contarles siquiera brevemente que incluso en Alemania resulta de gran utilidad la historia regional de México, según pude experimentar al conocer la biblioteca de un tal Señor Mammelsdorf, primer director del Banco de México, antes de ser convertido en el Banco Nacional de México por Don Porfirio Díaz. Este Señor reunió en México una biblioteca que llegó finalmente a ingresar a la Universidad de Mannheim, dejando los responsables algo perplejos.El premio que se me ha concedido, por un lado me llena de satisfacción y por el otro me hace surgir dudas sobre los méritos que podría haber contraido para merecer distinción semejante. Acepto este premio confiando tanto en el jurado de destacados historiadores mexicanos como en la firme convicción que indirectamente también es un reconocimiento para los ex-alumnos, tanto alemanes como mexicanos, que en Hamburgo presentaron tesis doctorales sobre historia de México, convertidos en libros después. Uno de ellos, el Dr. José Enrique Covarrubias, aceptó de representarme en persona en este acto solemne y como mexicano sabrá precisar algo más el marco mexicanista hamburgués. Mi agradecimiento por este premio sería incompleto sin mencionar las instituciones a las cuales debo mi formación: en primer lugar la Universidad de Colonia con el minusculo centro de historia latinoamericana, dirigido por el pionero alemán en este campo, el profesor Richard Konetzke, quien supo vincularme con el proyecto Mexicano – Alemán de Puebla – Tlaxcala, mancomunadamente llevado a cabo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Fundación Alemana para la Investigación Científica. Llevando a cabo las investigaciones para mi tesis doctoral en este ambiente pluridisciplinario llegué a conocer y apreciar la importancia de lo regional en la historia y entré en contacto con el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, que más tarde me ha adoptado en muchos sentidos; lo debo también a la Universidad de Hamburgo que facilitó el ambiente para el estudio de la historia latinoamericana sin sentirse un exótico y provisionó los excelentes recursos bibliográficos donados por el comerciante alemán en México Carlos Linga; no en último lugar le debo mucho al Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) por haber financiado los estudios en archivos mexicanos cuando esto era aun una gran excepción y finalmente me mandó a la Universidad Nacional Autónoma con su Instituto de Investigaciones Históricas y a El Colegio de México en calidad de „Profesor Guillermo y Alejandro de Humboldt“.
Muchas gracias a todos Ustedes.